jueves, 13 de mayo de 2010

reseña #4 "No oyes ladrar los perros"

Análisis del autor. Juan Rulfo
Poeta, novelista, cuentista, fotógrafo y guionista. Su nombre completo fue Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaino, pero firmó todas sus obras como Juan Rulfo. Nació el 16 de mayo de 1917 en Sayula, estado de Jalisco, México. Fue el tercero, de cinco hermanos de una familia acomodada, liderada por su padre Juan Nepomuceno Pérez Rulfo y su madre María Vizcaino Arias.
Análisis de la obra
“Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura. Desde la noche tremenda en que leí "La metamorfosis" en una lúgubre pensión de Bogotá, casi diez años antes, nunca había sufrido una conmoción semejante. Al día siguiente leí "El llano en llamas", y el asombro permaneció intacto” Esas son las palabras con que se refirió Gabriel García Márquez, al preguntársele sobre la obra de Pedro Páramo. Y no hay que extrañarse, la monumental obra de Juan Rulfo invade hasta lo más hondo de la literatura y la reacción del lector casi siempre es positiva y de halagos sobre el autor.
En este análisis, intentare ingresar en la profundidad de la obra de Rulfo, y gracias a
que sus libros son solamente dos, Pedro Páramo y El llano en Llamas, me permito hablar de
toda su escritura; pero no confundir, ya que de lo poco que escribió, su obra tiene una de las mayores dimensiones literarias, que el hombre ha creado.
Pedro Páramo es una novela que no tiene ni principio ni fin, buscar el comienzo de ella, es como buscar en la poesía lo concreto y objetivo. Para partir describiendo la escena, uno debe partir pensando, en la figura de un hijo, que le promete a su madre, que después de su muerte, él iría a Comala a buscar a su padre, llamado Pedro Páramo. El hijo, cumpliendo con su promesa, parte hacia Comala. Para describir a este pueblo, deberían inventarse nuevas palabras, ya que la realidad de este, no existe, pero a la vez el dolor que se vive hace un presente único. En el camino a Comala, el hijo se encuentra con un arriero, con el cual entablece una conversación; este es el punto de partida de lo irreal para el hijo, ya que el arriero declara dos cosas contradictorias; primero cuando el hijo pregunta quien es Pedro Páramo, el arriero le contesta “es un rencor vivo”, pero después el mismo arriero dice “Pedro Páramo murió hace muchos años”. Después, el mismo arriero dice “el caso es que nuestras madres nos malparieron en un patete aunque éramos hijos de Pedro Páramo. Y lo más chistoso es que él nos llevo a bautizar. Con usted debe haber pasado lo mismo, ¿no?”. El hijo al llegar a este pueblo, oye a este arriero que le dice que todos los que viven ahí son hijos de Pedro Páramo, es decir sus hermanos, y además, le dice que ya nadie vive en Comala; en este pueblo el único nexo que se tiene con la realidad es el pasado y el recuerdo de este. En Comala, el hijo empieza a descubrir un pueblo que esta vacío, pero a la vez oye ruidos y voces; en un momento se encuentra con una señora que conoció a su madre; la señora afirma que la misma madre le había avisado que venía, el hijo sorprendido le dice que su madre murió hace siete días y la señora sólo contesta: “entonces ésa fue la causa de que su voz se oyera tan débil”. La anterior reseña es una referencia al espacio literario en que se mueve la obra.
El posterior desenlace que tiene la obra se caracteriza por el descubrimiento de un espacio de dolor y muerte; ya nadie vive en Comala, es un pueblo fantasma, con espíritus rondando; el hijo se encuentra con distinta gente, pero siempre vuelve a lo mismo, estaba hablando con fantasmas, y la realidad, que él creía ver, era solitaria y vacía. Además, por otro lado, el autor narra, lo que verdaderamente ocurrió en Comala, cuenta la vida de este pueblo, su pasado, las personas que vivieron ahí; se cuenta la vida de Pedro Páramo, él porque de haber tenido tantos hijos este personaje. En este vuelco al pasado, Rulfo da a conocer lo esencial de su obra, me refiero, a la descripción del mundo provinciano, de la gente rural, que viven sometida a terratenientes, que sufren, que tiene una vida dolorosa, que se ve afectada a revoluciones, que sólo provocaban amargura y sufrimiento. Estos mismos personajes, son los que aparecen en los dieciséis cuentos del “llano en llamas”, la diferencia, que se integra en esta obra, es el espacio en que se recrean, don Juan describe, a través de sus cuentos, la región de Sayula y los diferentes procesos que se viven ahí o mejor dicho que a Rulfo le ocurrieron ahí. Por ejemplo, “Talpa” recrea lo que para el autor fue la revolución cristera, o “el Llano en llamas” que da una copia de lo que fue la revolución y los diferentes conflictos armados, así como la descripción de las guerrillas urbanas y sus lideres; en ese mismo cuento el personaje “Pedro Zamora”, se podría identificar de lo que fue Pancho Villa o Emiliano Zapata.
Me veo también en la necesidad de dar una descripción del lenguaje que usa Rulfo para dar a conocer sus sentimientos, no es fácil crear un espacio de tanta tristeza como es Comala o crear un dialogo como el que se percibe en el cuento “no oyes ladrar los perros”;
Rulfo crea una transmisión de mensajes, de tanta profundidad, que incorpora lo lírico con lo narrativo; Pedro Páramo tiene trozos, que inspiran una belleza y elogio exorbitante; Rulfo a través de su obra logra mezclar las distintas maneras de escribir y de dar sentido a la expresión literaria. En “acuérdate”, cuento en el cual dos amigos están reunidos, y uno de ellos, le intenta recordar al otro, de un compañero de escuela; pero el que recibe la información no percibe, y se convierte en un ser imaginario o quizás en el lector; y eso se logra a través de un monologo que usa Rulfo que incorpora una capacidad de expresión que contiene magia y talento. Al cuento referido al principio, “no oyes ladrar los perros”, se produce un dialogo entre un padre y un hijo, pero la gracia es que el padre llevaba encima de él a su hijo, ya que este estaba herido; se dirigían a una cuidad y por mientras discutían, al final el padre retaba al hijo por su conducta en su vida, por todo sus actos desdichados e inertes; pero al llegar a destino el hijo había muerto y el padre lo seguía reprendiendo. En ese dialogo Rulfo incorpora una gama de elementos, el dolor, la rabia, el cariño, etc. que van entrelazados formando una narrativa única y maravillosa.
“Pedro Páramo es una de las mejores novelas de la literatura de lengua hispánica, y aún de la Literatura.”. Así sentenciaba Jorge Luis Borges su opinión sobre Juan Rulfo en su libro “Biblioteca personal”. Comparto la opinión del gran escritor Borges, pero más allá de compararla con toda obra me gustaría entrelazar un concepto con la obra de Rulfo, me refiero al “realismo mágico” ese concepto que nace en la literatura hispánica de este siglo, según mi opinión se ve reflejado, en forma completa, en el espacio literario que crea Rulfo en “Pedro Páramo” y en general en casi toda su obra. Ese espacio que conlleva un mundo presente, con problemas y conflictos, a una realidad imaginaria, de personajes fantásticos. Rulfo logra unir la realidad con la fantasía a través de los sentimientos, especialmente del dolor, y con ello logra crear un reflejo locuaz, para mí, de lo que es América latina. Un continente marcado por revoluciones, que sólo contienen una esencia trágica y amarga, pero a la vez, caracterizado por personas de diferente índole, cada una con sus preocupaciones, sean mestizos, criollos, españoles e indígenas, cada una con penas y alegrías que marcan esa existencia de un pueblo en pos de identidad y tranquilidad.

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